Datos personales

LAMENTOS



Lamento cada palabra que derramé en tu boca. Lamento cada astilla que arranqué de tus labios. Lamento cada poro  que te cubrí con mi cuerpo. Lamento cada caricia que levanté en mis manos. Lamento cada silencio que reventé en tu sueño… Y cada luna que colgué sobre tu pelo. Y cada sol que coloqué en tu sonrisa. Y cada estrella que derramé sobre tu falda. Y cada mar que traje hasta tu mesa... Porque hoy ¡pobre de mí! ya sé que amar era sólo cosa de uno...

CASI UN VERSO



A fin de cuentas no dejo de ser un texto anómalo. Un poema cojo sin rima ni armonía. Un garabato pueril remendado en los grises del paisaje. Un párrafo a la espera de que tú, verso maravilloso, concluyas la fábula de mi vida.



AMARTE SOBRE TODOS LOS VERBOS



Alimentarte de mi aire y ver que vuelas. Regarte de corazones y ver que creces. Envolverte con palabras y ver como te sonrojas. Interrogarte de silencios y provocar tu risa. Atrincherar tu piel y sentir como me atacas. Anochecer en tus labios y paladear la luna. Amanecer sobre tu costado y encontrar a Dios. ¡A veces que inofensivo resulta amarte!     

¡CUÁNTO VALÍAS!



Acabó todo y quedé sin saber lo que vales. No te puse en ninguna balanza -dicen saber así lo que vale el oro. No te sometí al dictado de ninguna lente –dicen que así se conoce cuán de valiosos son los diamantes. Ningún experto autentificó tus pinceladas de belleza –dicen ser la única forma de tasar una obra de arte. Te ruego pues regreses, sin que ello sirva de desleal excusa, a ver si esta vez mi tálamo consigue adivinar –por tu recorrido sobre mis sábanas- el valor de tu piel de primavera.