Datos personales

¡CUÁNTO VALÍAS!



Acabó todo y quedé sin saber lo que vales. No te puse en ninguna balanza -dicen saber así lo que vale el oro. No te sometí al dictado de ninguna lente –dicen que así se conoce cuán de valiosos son los diamantes. Ningún experto autentificó tus pinceladas de belleza –dicen ser la única forma de tasar una obra de arte. Te ruego pues regreses, sin que ello sirva de desleal excusa, a ver si esta vez mi tálamo consigue adivinar –por tu recorrido sobre mis sábanas- el valor de tu piel de primavera. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario