Lamento cada palabra que derramé en tu boca. Lamento cada
astilla que arranqué de tus labios. Lamento cada poro que te cubrí con mi cuerpo. Lamento cada
caricia que levanté en mis manos. Lamento cada silencio que reventé en tu sueño…
Y cada luna que colgué sobre tu pelo. Y cada sol que coloqué en tu sonrisa. Y
cada estrella que derramé sobre tu falda. Y cada mar que traje hasta tu mesa... Porque
hoy ¡pobre de mí! ya sé que amar era sólo cosa de uno...
No hay comentarios:
Publicar un comentario