Datos personales

SÉ DE UN LUGAR



El lugar del que vuelvo tiene caminos verdes como nervios abiertos, y manadas de insectos que manchan con sus patas las palabras. Tiene árboles de bocanadas de humo que se izan desde los tallos hasta el horizonte, y un sabor a sal metálica en un aire que se comba por el peso de las lágrimas.

El lugar del que vuelvo tiene noches que hacen ecuaciones con las horas, y mañanas que patean los rimeros de las tímidas esperanzas. Tiene una soledad en cada esquina y sólo una nube huraña que engorda tragando jirones de cielo mutilado.

El lugar del que vuelvo tiene el alma labrada en la corteza de la espuma, y telarañas de cristal y seda en la cueva que  espesa la saliva. Tiene los ojos que deseo encerrados en una cárcel con un carcelero ciego, y una poza de fuego blanco donde se revuelven todos los ayeres.

Mis ayeres… ¡Dejad quietas las mariposas…!


El lugar del que vuelvo no está a la diestra ni a la siniestra. Se hace viejo en la misma baldosa en que escribo. Voy a él y de él vengo. Y sólo sé cuánto de mí se va quedando, cuando peso la merma de mi corazón y mis sandalias. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario