Soñé que leía para doce
mariposas blancas.
Para el batir de sus alas
soñé que leía.
Mariposas blancas en celda de
bronce.
Sus suspiros de leche a mi
voz le caían.
Soñé que leía para doce
estrellas blancas.
Para el fulgor de sus lágrimas
soñé que leía.
Estrellas blancas en
caravanas de oro.
Sus latidos de luces a mi voz
pretendían.
Soñé que leía para doce
amapolas blancas.
Para el cimbreo de sus tallos
soñé que leía.
Amapolas blancas en ramillete
de plata.
Sus pétalos níveos a mi voz
requerían.
Soñé que cantaba para doce
doncellas.
Para el latir de sus vientres
soñé que cantaba.
Doncellas de aire en lienzos
de nubes.
Sus recuerdos de amores mi
voz me robaban.
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